Necesitaba un cambio en su vida, estaba harto de la gran
ciudad y toda su basura humana. Tenía un trabajo que amaba, pero muy cansado de
participar indirectamente de toda la miseria humana. Tenía muchas amistades que
intentaban darle una mano para tomar un trabajo en el sur. Años atrás había
pasado sus vacaciones en un pueblo de la patagonia Argentina y no podía
olvidarse de los lagos, el bosque y las montañas. Necesitaba ese aire limpio
para poder descansar, donde estaba ahora convivía con el smog, las ratas, la
basura y por sobre todo, la gente.
Luego de meses de probar le llega un sobre a su
departamento, de fiscalía le avisaban que habían aprobado el pedido de cambio
de provincia y ciudad. Tenía tres meses para terminar los casos que había
tomado y a partir de ahí un mes más para instalarse en su nuevo destino. No
podía creerlo, se reía de la emoción. Tanto tirar líneas y cobrar favores para
apurar la aprobación. Y ahí la tenía en su mano ahora.
Dos meses después había vendido su departamento con todos
los muebles, entregó todos los papeles habidos y por haber para que no lo jodan
ni con la menor excusa para irse. Vendió en una agencia su auto y compró un
último modelo. Lo mejor. Cargó todas sus pertenencias. Con el tanque lleno y
unos pebetes en una bolsa encaró a la ruta. Presentía que su nueva vida sería
todo un desafío, pero estaría más tranquilo en su trabajo que lo tenía muy
estresado.
Era forense.
Pinta bien.
ResponderEliminarInteresante se plantea el comienzo. siempre leo tus escritos, me gusta mucho como escribís policiales, esperamos mas, gracias
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